“Los medios deberían mostrar una imagen de las personas mayores más diversa”

Ainara Arregi

A petición del Consejo de Personas Mayores de Bizkaia, Juan Pagola y Ane Muruamendiaraz, expertos en Comunicación de la Universidad de Deusto, han realizado una investigación sobre la presencia de las personas mayores en los medios de comunicación escritos de Bizkaia. Con el fin de conocer los resultados de dicho estudio, hemos charlado con ellos.

                                    

De todo el proceso de investigación, ¿qué aspecto ha sido el más difícil, el que más os ha costado?

No ha habido ninguna parte que haya supuesto una mayor dificultad. La clave ha estado en enmarcar bien el campo de estudio y clarificar los objetivos del mismo. Ha sido una investigación en la que nos hemos involucrado muchísimo, teniendo en cuenta que cada rasgo que se constataba era nuestra pequeña aportación al Consejo de Personas Mayores de Bizkaia. Quizás, el análisis profundo de cada noticia ha sido la tarea más ardua y prolongada, pero a su vez, de la que más aprendizajes nos llevamos. En la fase empírica de la investigación ha habido que realizar un estudio muy meticuloso que conlleva muchas horas de trabajo y de síntesis para que no se escapara ningún detalle.

De la investigación, ¿hay algo que os haya llamado la atención?

En primer lugar, el elevado número de informaciones relacionadas con el tema de las pensiones que se han publicado en los medios de comunicación durante el período analizado. En los meses en los que se recopilaron las evidencias en prensa las demandas de los pensionistas y sus movilizaciones en la calle coparon un importante espacio de las noticias de ámbito social y político. Concretamente en Bizkaia, la movilización mantuvo la intensidad –todavía hoy la sostiene– de la agenda temática de los medios de comunicación durante ese período.

Pero también se ha evidenciado en el estudio gran cantidad de informaciones sobre las personas mayores redactadas con escasa elaboración y contraste. En este sentido, cabe destacar el reducido número de noticias que dan la voz directamente a los protagonistas de los hechos que se nos cuentan.

Con el fin de mejorar, ¿dónde tienen que hacer más hincapié los medios, en el contenido o en las imágenes?

En ambas cosas. Los medios deberían mostrar una imagen de las personas mayores más diversa. Casi todas las fotografías que se publican nos presentan a un colectivo, realizando casi siempre las mismas actividades y además de forma pasiva. En la investigación se constata que una misma imagen puede repetirse en distintas noticias a lo largo del tiempo, lo que indica que demostraría que todavía hoy existe un reducido archivo de imágenes de personas mayores en los medios de comunicación. Sería muy interesante poder realizar otra investigación para analizar si las personas mayores se muestran como sujetos pasivos u objetos activos.

¿Creéis que a diferencia de los medios vascos, los medios extranjeros tratan de otra forma los contenidos relacionados con las personas mayores?

Existen países en los que se han desarrollado más investigaciones, y el tratamiento en torno a las personas mayores es más cuidadoso, por consiguiente, la ciudadanía está más concienciada en lo que al envejecimiento activo se refiere. Habría que analizar los medios extranjeros para poder dar una respuesta adecuada a esta pregunta, pero consideramos que, en general, los medios, tanto vascos como extranjeros, deberían dar un tratamiento a las noticias acorde con el envejecimiento activo.

¿Qué conclusión habéis sacado de la investigación?

La mayoría de las piezas periodísticas sobre las personas mayores publicadas por los principales diarios de Bizkaia en los tres últimos meses de 2018 son de género informativo. Describen sucesos y acontecimientos sociales, mayoritariamente de ámbito local, comarcal o provincial, sin excesiva relevancia. Se trata de publicaciones puntuales, pero sin un análisis profundo. Por ejemplo, no se percibe una táctica específica de tratamiento por parte del medio que contribuya al desarrollo de políticas de envejecimiento activo. Apenas cobran protagonismo los testimonios de las propias personas mayores y colectivos correspondientes, así como los proyectos y propuestas que impulsan esta nueva realidad. El colectivo de las personas mayores se percibe de forma homogénea; sólo en algunos casos se plantea como un colectivo diverso.

La imagen del envejecimiento y vejez que muestra la prensa se refleja en los estereotipos jubilado, pensionista, vulnerable y dependiente. Siendo el envejecimiento y la vejez construcciones sociales, la imagen que reflejan las noticias analizadas, contribuye al imaginario social. En este sentido, los estereotipos jubilado y pensionista, términos relacionados con el fin de la etapa laboral, muestran un colectivo activo. Subrayar también que en el periodo analizado los estereotipos se sitúan en el contexto de manifestaciones con motivo de las pensiones. Por lo que esta interpretación no da lugar a generalizaciones.

Respecto a las actividades desarrolladas por las personas mayores en su tiempo libre, las noticias muestran que éstas pueden desarrollarse en diversos espacios. Cada espacio plantea actividades acordes a las posibilidades y limitaciones de la persona, con mayor o menor grado de autonomía y participación social. El espacio de actividad relacionada con las personas mayores más relevante es el “hogar del jubilado”. De modo que el tiempo libre y las actividades se articulan, fundamentalmente, en torno al “hogar del jubilado”.

Si bien las noticias publicadas son de ámbito local y no muestran gran transcendencia, permiten visibilizar o ponen de manifiesto la presencia de las personas mayores y sus actividades en la sociedad. Los colectivos e instituciones directamente relacionados con las personas mayores han desarrollado políticas de envejecimiento activo. La implementación de las mismas es ya una realidad. Sin embargo, representa el inicio de un proceso. La prensa, al igual que el resto de los agentes sociales, puede asumir un papel más activo en la transmisión de un envejecimiento activo, contribuyendo al cambio del imaginario social. Lograrlo es tarea que compete, en primer lugar, a las propias personas mayores, pero también a los medios de comunicación y a la sociedad en su conjunto.

¿Qué pueden hacer los medios de comunicación vascos para cambiar la imagen social de las personas mayores?

Como en el tratamiento de otras realidades, es necesario que el profesional que desempeña su tarea en los medios de comunicación esté informado sobre lo que tiene que contar, en este caso sobre las personas mayores, más allá del día a día. Sería muy recomendable que se pudiera impartir algún tipo de formación a estos profesionales. Como se ha comentado, el colectivo de las personas mayores no es un grupo homogéneo. El reflejo de esa diversidad debería convertirse en una máxima a la hora de informar. El hecho de que estas informaciones no sean meramente un relleno cuando no hay otro tema, y la profundización en los asuntos que se cuentan ayudaría a ofrecer una visión más matizada y afinada de lo que representa este colectivo. Dar la voz a los propios protagonistas de las noticias es un paso que sumaría en la misma línea.

Otro de los aspectos que habría que eliminar de las informaciones sobre las personas mayores es la reproducción sistemática de estereotipos. Esta actuación favorecería el cambio en el imaginario social que se tiene de este colectivo, casi siempre cargado de mitos y clichés que distorsionan y producen un efecto reduccionista y burdo de la realidad. Por último, tengamos cuidado con el uso del lenguaje y las imágenes que se muestran. Por ejemplo, en vez de emplear reiteradamente el término “anciano/a”, refirámonos a “persona mayor”. Y no mostremos a las personas mayores como un colectivo vulnerable y elijamos también para ilustrar nuestros artículos a personas activas en su día a día.